AFORADOS

La existencia en España de más de 10.000 aforados, prueba evidente de que la justicia no es igual para todos. Al mismo tiempo, en países occidentales con democracias tan avanzadas como Alemania, Reino Unido o Estado Unidos no hay aforados, en otros países periféricos del sur de Europa, como Italia y Portugal, solo está aforado el presidente de la República y, en Francia, los aforados se restringen al presidente, al primer ministro y al resto de miembros del Gobierno. En España no se podría haber sentado a Berlusconi en los tribunales ordinarios, como se hizo en Italia, ni tampoco un expresidente, como el alemán Wulf, se hubiera presentado ante otro tribunal, como hizo este en uno de Hannover por un cohecho impropio de 720 euros.
La diferencia entre estos hechos y los 10.000 aforados en España es la que hay entre una democracia imperfecta como la española y los hábitos de las democracias más avanzadas y consolidadas del mundo occidental.