Doña Esperanza Aguirre, tan dada a censurar y corregir comportamientos ajenos, ha demostrado con su conducta que cree estar por encima del bien y del mal, que puede aparcar su coche donde le venga en gana por ser quien es, que puede fugarse ante requerimientos de agentes de la policía y que tiene, también por ser quien es, la potestad de negar lo evidente. No ha dudado en lanzar acusaciones de retención ilegal contra los municipales que han actuado, según declara, tan solo con la finalidad de "buscar una foto" y les ha amenazado, además, con denunciarles.
Esto lo protagoniza la misma persona que califica de "terroristas" a aquellos que realizan escraches o exige poner límites a las manifestaciones de los ciudadanos.
Dado que este tipo de comportamientos causan gran alarma social es de esperar que la justicia actúe poniéndola en su lugar.
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