LA DURA REFORMA LABORAL DE RAJOY

Se cumple un año de la aprobación de la reforma laboral, las consecuencias han sido, siguen y seguirán siendo devastadoras. La destrucción de empleo que ha originado no tiene precedentes. Aseguraba en aquel momento el Gobierno, que las medidas aprobadas no iban a tener efecto a corto plazo, pero sentarían las bases para el empleo futuro. Tan solo a dos meses de ponerse en marcha la cruel reforma, sobre 150.000 personas se apuntaban al paro. La cifra anual se aproxima a los 6 millones, situación dramática. Además las empresas privadas, se han podido beneficiar de los expedientes de regulación de empleo. Los derechos de los trabajadores dejaban de tener valor. Muchas empresas tienen la oportunidad de pagar míseras indemnizaciones por extinción de contratos, lo hacen con celeridad, por temor a que la Ministra Báñez diga "no va más".
Otra vez la banca, dirigida por el Estado. No se aplica la reforma laboral, ni en Bankia, Banco de Valencia y todo parece que Novagalicia tampoco, el que hizo la ley, hizo la trampa. Con los despidos que se avecinan en la banca, el Gobierno, da luz verde a indemnizaciones que están muy por encima de lo que impone el decreto. Lo que es injustificable es que un Estado corrompido por las secuelas de su nefasta gestión burle una ley que fue aprobada por el propio Consejo de Ministros. Después de toda esta parafernalia, nos estamos preguntando ¿Qué ha pasado con las indemnizaciones millonarias que se embolsaron los gestores de las Cajas de Ahorros arruinadas?.