jueves, 7 de febrero de 2013

LA OPINIÓN

La respuesta de Rajoy a las acusaciones del caso Bárcenas, lejos de disipar las dudas o aumentar la confianza, demuestra al más grave: el presidente no se da cuenta del impacto que las acusaciones están teniendo en la población española. Rajoy se ha limitado a negar rotundamente su implicación en el caso de corrupción, y eso no es suficiente. Limitándose al "es falso", no está dando motivos para confiar en él, es decir, que no está a la altura de las circunstancias.
Los españoles necesitamos un presidente que merezca la confianza de la mayoría en un momento de profunda fractura social, económica y política.

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