jueves, 19 de septiembre de 2013

EL TORO DE TORDESILLAS

Durante muchos años las luchas de gladiadores en el circo fueron una tradición en la Roma imperial. Pan y circo, lucha, sangre y muerte para el regocijo del pueblo.¿Cuánto tiempo hubo de pasar antes de que semejantes salvajadas fueran abolidas? ¿Las aceptariamos hoy?. Creo que no. Por mucha tradición que pudiera invocarse repugna aceptar como fiesta aquello que supone el sufrimiento y la muerte de un ser humano a manos de otro. Seguimos aceptando, sin embargo, versiones suavizadas de lucha de gladiadores y tradiciones festivas en la que el sufrimiento y la muerte recaen sobre todo tipo de animales.Las tradiciones no son sagradas y deberían dejar de ser intocables, por que hay tradicionesque son auténticas aberraciones a las que una sociedad con un mínimo de sensibilidad debería dar la espalda. Un día llegará en que nos resultará incomprensible que convivieran en una misma época tanto progreso técnico y tan poco progreso moral y que desde un teléfono móvil de última generación, se pudiera relatar a los amigos del espectáculo que supone un bello animal chorreando sangre y muriendo alanceado por una turba de gladiadores versión light en medio del entusiasmo de la plebe.

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