LA ENTREVISTA DE MARIANO RAJOY

A Mariano Rajoy le hicieron una entrevista en EEUU como si fuera Penélope Cruz, que habla en América porque hay seis horas de margen para rectificar, nuestros famosos responden más en EEUU porque se les permite un tiempito de censura, y se encontró con preguntas, casi inéditas en el uno contra el uno. Fue en Nueva York, donde una vez fumó un puro para escándalo de los puristas, que veían como afrenta que Rajoy se fumaba un puro en plena crisis en lugar de revolver entre contenedores, como todos. Acostumbrado a que sus entrevistas españolas se le curiosee si está siguiendo alguna dieta, de repente le preguntaron directamente por Bárcenas. ¿Qué donde está el baño?. No, Bárcenas. Aquí ni se molesta en contestar porque es un tema del pasado zanjado en un pleno de 1 de Agosto en el que se contaron las verdades del barquero. Los entrevistadores de Bloomberg reconocieron que Moncloa trató de enterarse antes de las preguntas y que después pidieron que no se publicase la parte en la que Rajoy responde sobre corrupción. Son movimientos naturales del poder y no tanto en un medio, que agradeció los consejos del presidente con un descocado ya te llamaremos. Había en el discurso de Rajoy una frase(nunca se podrá demostrar) que ya pudo haber dicho con una sonrisa si la verdad quiso ser convincente, pero en contexto su respuesta fue bastante clara "nunca se podrá demostrar el delito porque no lo ha habido". La noticia podría titularse como "Moncloa pide retirar de una entrevista la afirmación de que nunca hubo financiación irregular en el PP" pero sería ceñirse tanto al hecho que se acaba tergiversando. En realidad el problema del PP con la comunicación es que exista.