
O sea, para que lo entienda, yo no voy a poder deducirme un implante de muela, ni una endodoncia, ni un curso de aprendizaje de inglés o alemán, todos gastos relacionados con la salud o conocimiento de idiomas, y un jugador si que va a poder deducir las pérdidas en el juego, un juego que nadie le obliga a jugar. Entonces, que sean consecuentes, que se premie de verdad a los ludópatas. Que solo por el hecho de ir a jugar a los casinos, se les regale años de cotización a la Seguridad Social, y que se puedan jubilar, como los diputados, con ocho años cotizados. Es como premio a la economía especulativa.
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