miércoles, 3 de abril de 2013

LOS ALEMANES PIERDEN LA FE

Para los indignados con Alemania por los sufrimientos que está produciendo la crisis en los países económicamente más débiles, el gigante de Centroeuropa ha quedado reducido a una caricatura de la Merkel. Todos los alemanes tienen para ellos una implacable comandante que ordena aceptar, caiga quien caiga. Mal asunto para Europa ya que no vendría mal, en estos complicados momentos, reforzar la solidaridad entre todos. Para conseguirlo habría que evitar tópicos y lugares comunes. ¿A qué dedican su tiempo libre los alemanes?
Por lo que se dice no lo dedican a rezar, ni a colaborar en ninguna causa confesional. Tanto la iglesia católica como las iglesias protestantes han puesto a la venta templos, casas parroquiales y terrenos. No les salen las cuentas, cada vez hay menos fieles. El Papa Francisco está al tanto de todo. Latinoamérica, donde muchos creyentes se están pasando a diferentes cultos evangélicos. Pero el Papa tiene trabajo y por mucho por lo que se ve, en el corazón de Europa. Según un informe de la Conferencia Episcopal alemana, se apartaron del catolicismo 130.000 personas y se cerraron 400 templos.
A la iglesia evangélica tampoco le va bien en el país en el que nació Sebastián Bach. Entre 1990 y 2010 se cerraron 340 templos y cada año dejan de creer 150.000 personas.
Lo único que se sabe a ciencia cierta es que son muchos los que ya no acuden al templo.
Y todo este nuevo ejército de ateos, ¿a qué dedica el tiempo libre?

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