jueves, 18 de abril de 2013

LA TONALLIDERA SE DESMAYA

Isabel Pantoja siempre ha dado que hablar. Fiel a la leyenda que adorna a toda tonadillera que se precie, ha conocido la desdicha, la maternidad, el amor, el escándalo y, por supuesto el desamor. Su vida ha sido retrasmitida por los medios. Hasta que llegó Julián Muñoz. La opacidad se instaló en su existencia, cuando la justicia empezó a husmar en sus cuentas corrientes, en sus compras, ahora un apartamento, ahora un chalé.
El proceso judicial que ha tenido que afrontar junto a su antigua pareja, Julián Muñoz, y contra su ex Maite Zaldívar, ha puesto al descubierto líos familiares que han hecho las delicias de la prensa rosa.
Muy a su pesar la Pantoja se ha visto obligada a hacer paseíllos por los juzgados, donde ella ha conseguido convertir estos escenarios  para recibir piropos de su público, dispuesto a ensalzar la guapura de su idolatrada artista con el mismo entusiasmo que se suele dedicar a la Macarena cuando recorre las calles de Sevilla. Pero algo cambió desde que la cantante empezó a tener problemas con la justicia y más ahora cuando un tribunal la consideró culpable y la condenó a dos años de cárcel y multa de más de un millón de euros.
Aunque la sentencia no es firme y que aún el Supremo puede declararla no culpable.
Puede que el desmayo del martes pasado fuera exagerado, pero dado los antecedentes no se comprende que la policía no tomara más medidas para evitar la humillación y un altercado que podría ser mayor.

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