martes, 16 de abril de 2013

ESCRACHES

Es insultante ver como las mentes más prelaras de la política y de una parte de la prensa se rasgan las vestiduras por el tema de los escraches. Para ello echan mano de la sensiblería, haciendo mención a que los niños de los políticos afectados por tal práctica se asustan por ello. También cayó en esa cuenta mi otrora admirado Felipe González, lo cual me lleva a pensar que aquel joven revolucionario de chaqueta de pana, y al que una buena parte de la juventud apoyamos para dirigir la transición, se ha convertido, por efectos de privilegios, en una cara más del sistema. Soy contrario a la violencia, pero apuesto por la autodefensa, y las familias que se quedan sin nada tienen que defenderse y los escraches son una forma pacífica. No ha habido ningún político que haya accedido a conversar con esas gentes que haya salido mal parado. Mas bien al contrario. Lo que indigna es ver como, tanto los preferentistas como los de stop desahucios, son ninguneados por las autoridades y por los políticos de cuyas gestiones dependen sus problemas.
Y lo peor es que tenemos que aguantar promesas incumplidas por parte de aquellos políticos que hoy se quejan de los escraches, me apena, pero prefiero ver eso, cuyos efectos se acaban el mismo día, que ver a los niños desahuciados, cuyos efectos pueden durar toda su vida. Por último, hay que exigir que se cumpla la Constitución, cuyo articulado es vulnerado todos los días por los que tienen que administrar la justicia, de las cuales estamos huérfanos, si nos atenemos a las noticias que aparecen todos los días sobre delitos económicos. Esos, los chorizos de guante blanco, no son desahuciados, y los banqueros, por mucho que engañen y roben, tampoco, más bien, se les premia.

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