El Girona derrotó al Lugo por un contundente y merecido por 4-0. Un Lugo, sin ideas, sin intensidad, fallos defensivos, uno tras otro, autopista por la banda derecha, regalos de tómbola de los centrales, propiciaron a un Girona jugar un partido de guante blanco ya que el conjunto lucense no hizo oposición de ningún tipo, por lo que la actitud del equipo de Setién facilitó que cada vez que se acercaba a la portería de José Juan había peligro de gol.
Setién sorprendió con un equipo inicial, donde no estaban Oscar Díaz, Iván Pérez ni Rubén Durán, dando entrada a jugadores que hoy por hoy no están para jugar un partido de segunda división y menos ante un Girona, segundo clasificado y segundo goleador de la Liga Adelante.
No se entiende la actitud de algún jugador que cobrando religiosamente no tengan otra actitud en el terreno de juego, quizá como tienen la continuidad asegurada para la próxima temporada, pasen del tema y que pasen días. Me duele enormemente escribir esta critica, pero es lo que siento en este momento de cabreo e indignación.
De todos es sabido que un problema que tiene el Lugo son los centrales y en la banda derecha si falta De Coz, el problema aumenta de una manera alarmante, en fin, es lo que hay.
Destacar en el Lugo la buena actuación de José Juan que nada pudo hacer en los goles al estar siempre vendido por sus compañeros de defensa, Manu y Yago Díaz, por las ganas y la pelea.
El próximo sábado nos visita el submarino amarillo, dicen los entendidos que es el mejor equipo de la categoría, aunque en la primera vuelta les empatamos en el Madrigal, este sábado vendrán a por todas ya que se están jugando el ascenso. Esperemos que Setién no haga experimentos con los no habituales y saque al mejor equipo para dar guerra y nos saque el mal sabor de boca de este sábado.
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