lunes, 25 de marzo de 2013

CHIPRE, LA ISLA DEL TESORO


Hay un libro titulado (Islas del tesoro) en el que se explica la manera en que los paraísos fiscales internacionales, que también son jurisdicciones con secreto bancario y en los que muchas reglas no se aplican debilitando las economías en todo el mundo. No solo escamotean los ingresos a unos Gobiernos escasos de dinero y facilitan la corrupción, sino que distorsionaa bancario mundial, casi cinco años después de que comenzara la crisis financiera mundial.



En cuanto a Chipre, puede ser que nos preguntemos por qué le importa a alguien un pequeño país con una economía pequeña, sin embargo, Chipre es miembro de la eurozona, de modo que los acontecimientos que tienen lugar ahí pueden provocar el contagio en países más grandes. Y hay otra cosa más, aunque la economía chipriota sea diminuta, Chipre es un actor financiero importante, con un sector bancario cuatro o cinco veces más grande de lo que se podría esperar si se tiene en cuenta el tamaño de su economía.
¿Por qué son los bancos chipriotas tan grandes? Porque el país es un paraíso fiscal en el que corporaciones y extranjeros acaudalados ponen su dinero a buen recaudo. Oficialmente el 37% de los depósitos en los bancos chipriotas proceden de no residentes. Chipre es un lugar en el que la gente, sobre todos los rusos, ocultan su riqueza a los recaudadores de impuestos como a los reguladores. Independientemente del nombre que quiera dársele, es una cuestión de blanqueo de dinero. Sobre el papel, Chipre se convirtió en un enorme inversor en Rusia. Naturalmente, esto no era realidad más que viajes de ida y vuelta para los rusos que utilizaban la isla como refugio fiscal.
¿Y ahora qué?, Chipre tiene un fuerte parecido a Islandia, donde también tenían un sector bancario enorme, inflado por los depósitos extranjeros. La respuesta de Islandia fue dejar quebrar a los bancos y aniquilar a esos inversores extranjeros a la vez que protegía los depositantes nacionales y los resultados no fueron malos.
No lloremos por Chipre, lloremos por nosotros, que vivimos en un mundo cuyos líderes políticos no aprenden de los desastres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
;