Un Presidente del Gobierno que tiene a su partido inmerso en un
caso grave de corrupción y que ha llevado a cabo los mayores recortes de la
democracia. Un Presidente en el que no confían el 81,8% de los españoles tiene
un problema grave. Pero que el líder de la oposición tenga un 85% de los
españoles que no confían en él. En este caso, Rubalcaba no tiene un problema,es que está acabado.
Un país gobernado
por un Presidente al que no creen la mayoría de los ciudadanos le cabe al
menos una
esperanza de cambio. Pero si el hombre que encabeza esa alternativa posible,
este país puede entrar en depresión política.
Rubalcaba lleva
sobre 30 años ejerciendo cargos públicos. Ha sido Vicepresidente del
Gobierno, y si, a pesar de esto, más del 85% de los ciudadanos desconfían de
él, lo que tiene que dejar paso a otro compañero de partido y marcharse para su
"casita". Hace tiempo Rubalcaba fue cerebro en la sombra para el
PSOE, pero ya alcanzó el nivel de incompetencia. A día de hoy, no se sabe si es
socialdemócrata o lo que es. Todo va en función de la supervivencia.
Cuando estuvo con
Felipe González, se convirtió en valedor de Bono. Cuando perdió con Zapatero
las primarias, cambió de discurso y pasó a ser hombre de Zapatero. Pero cuando
Zapatero entró en barrena, no dudó en negarlo para sobrevivir y ponerse al
mando. Hoy se dedica a tratar de llegar como sea al 2015 como candidato del
PSOE, que a liderar la oposición en horas criticas de España. Ya va siendo
hora de que alguien de su partido se lo haga saber y que DIMITA YA.
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