
Chris Huhne, el
nombre de este exministro fue condenado por conducir a 111 Km . hora (hace 10 años)
en un tramo en el que la velocidad máxima era de 80. Para evitar el escándalo,
su esposa que no participaba en la vida pública, se hizo cargo pasar por la autora
de la infracción en favor de su marido. El secreto guardado por la pareja hasta
que en 2010, cuando el decidió emparejarse con su asesora de prensa, ella se
vengó y contó la verdad. El caso es que ahora la venganza de su ex le ha
reportado el castigo: 8 meses de cárcel por mentir a la policía y obstruir la
acción de la justicia.
La historia indica
que Chris Huhne se equivocó, para empezar no eligió el país donde hacer
política (y mentir). En España quizá hubiese encontrado sabios consejos para
eludir la acción de la justicia o echar mano de fórmulas imaginativas optando
por la mentira en diferido.
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