jueves, 7 de mayo de 2015

LA ÉTICA DE ESPERANZA AGUIRRE

Como la palabra inmoralidad ya está perdiendo fuerza a base de un uso continuado aplicado a los políticos y una vez visto el encogerse de hombros de la mayoría de ellos cuando se les aplica, se puede utilizar la contraética para referirse al descaro con que Esperanza Aguirre se presenta sin ningún pudor para ser alcaldesa de Madrid. Acaban de publicarse encuestas sobre la intención de voto y según esos adelantos de resultados de la "fugitiva" de la policía, la que cree que la ciudad es solo para los ricos, la que se hace populista cuando hay elecciones y marquesa cuando ejerce su cargo, esta señora al parecer volvería a ganar. No es creíble que los ciudadanos hayan perdido su dignidad y por ser fieles a unas siglas caigan en posturas contraéticas. Va a ser verdad que tenemos los gobernantes que nos merecemos.

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