domingo, 10 de mayo de 2015

PACTOS

Cada vez que se le pregunta a la gente lo que deberían hacer los políticos para solucionar un problema, la mayoría responde: sentarse a hablar. Pero no saben o no quieren. Se ve en el Congreso; hablan y hablan, pero no razonan ni argumentan, y mucho menos escuchan a sus rivales políticos. Así no hay posibilidad alguna de negociar. No están acostumbrados, es uno de los defectos de nuestra deficiente democracia. En la mayor parte de los países europeos son habituales los gobiernos de coalición y los acuerdos puntuales. Aquí nadie sabe hacerlo sin mayoría absoluta. Todos necesitan lo que llaman un mayoria "suficiente", que viene a decir carta blanca para hacer lo que me dé la gana. Pero gracias a la aparición y al peso de los nuevos partidos, esta vez van a tener que aprender sin remedio. Y no será una mala manera de empezar esa regeneración democrática que hace tanta falta.

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